El compositor y director, Olivier Benoit, dirigió a La Pieuvre, orquesta de improvisación compuesta por 25 músicos a partir de las orientaciones dadas por el propio Benoit. Para este proyecto, con los músicos se ha creado una dirección específica del lenguaje corporal. Gestos minimalistas, mímica, juegos, ambiente distendido, globos, gargarismos. Olivier Benoit acepta el reto de dirigir esta orquesta a partir de los músicos y no de una instrumentación o la composición. Es realmente un diálogo improvisado entre el director que da pautas y los músicos que reaccionan ante ellas. Surge una música contemporánea, sin etiquetar, música en su máxima libertad. Un magnífico concierto, divertido y emocionante.
La Pieuvre joue Follis
Olivier Benoit, dirección y composición
22 Festival d’Altitude, Jazz à Luz, Luz Saint Sauveur, Chapiteau, 8 de julio de 2012
Photos © by Esther Cidoncha, 2012
Una imagen desinhibida en todo su encuadre, la segunda.
ResponderEliminarProyectos así, a banda de gustar más o menos son un gran acierto para que la imaginación no caiga en el ostracismo que a veces uno mismo como espectador le da a lo que ve. Creo.
Un abrazo
el directo es mucho mejor (infinitamente, a mi gusto) que el disco. olivier (que de "normal" es guitarrista saca un gran partido a esta bb que no tiene solistas espectaculares y que curiosamente tampoco se fundo ayer, pues llevan una docena de años o asi.
ResponderEliminaren los terrenos de las "conducciones" "direcciones" de este tipo de creacion en tiempo real, sin ninguan dudael numnero uno es butch morris. basicamente todos los que hacen cosas de estas se basan en lo marcado por el. benoit me parecio muy minimal.
en españa la orquesta foco en madrid, omega en galicia o la de improvisadores de barcelona dirigida por pablo rega (y se que hay alguna por el sur), practican esta diciplina.
Hola amigos, Jan and Jesús,
ResponderEliminarla segunda instantánea la he puesto para que se vea la originalidad de la propuesta musical de Benoit, jugando con el sonido que hacen los globos al hincharlos, deshincharlos, apretarlos, rozarlos, acariciarlos, golpearlos... Me gusta el atrevimiento. Da mucha frescura.
En general, para mi el directo siempre es mucho mejor que las grabaciones. Ver a los músicos en plena acción dejándose la piel y el alma es una sensación increíble. Al igual que me gusta ver danza contemporánea en directo en lugar de un vídeo. Nunca es lo mismo.
Gracias por vuestros comentarios. Siempre aportan buena información a la entrada.
Besotes.