7 de noviembre de 2007



Inoidel González








Ayer se celebró el 25 aniversario del club de jazz madrileño Clamores. Felicidades. Es un buen momento para decir lo que me gustan los clubs de jazz, lo que significaron para el jazz, lo que significan y lo que deberían significar. El verdadero jazz se debería escuchar en clubs, no en teatros multitudinarios. Qué época aquella la de Charlie Parker!


2 comentarios:

  1. Los clubs (en Madrid tenéis, por suerte, varios: Clamores, Bogui Jazz, Café Central, La Fídula...) son, con mucho, el mejor recipiente para el desarrollo del jazz. Confío en que nunca desaparecerán; el jazz crece imparable día a día por todos los rincones, incluídos los lugares más remotos. En Murcia he sido testigo de su evolución y del progresivo aumento tanto de músicos, cada vez más jóvenes, como de aficionados, así como de la proliferación de grupos, asociaciones, festivales, clubs y salas en los que se programan conciertos de jazz y jam sessions en numerosos municipios de la región. Por supuesto que aún queda mucho camino por recorrer (y muchísimas cosas que mejorar), pero el jazz goza ahora mismo de una energía y una difusión a nivel internacional que ya las hubieran querido para sí los músicos de jazz de otras épocas. La historia es la historia. Se cierra un club, otro se abre. Pero siempre habrá clubs de jazz. Siempre habrá monstruos del jazz; Bill Evans o Brad Mehldau, Miles Davis o Wynton Marsalis. Y jóvenes que estén aprendiendo. El jazz es la música; la música con mayúsculas; la música "clásica" de todo el siglo XX y, con toda seguridad, del siglo XXI; y los clubs son su mejor templo, en ellos el encuentro entre las partes es a todos los niveles más fructífero e intenso. Pero el jazz está, se da, como te digo, en los más recónditos rincones.

    Felicidades a la sala Clamores por sus clamores de plata. Hace tiempo que no voy por allí.

    Y un clamoroso abrazo para ti.

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  2. Justo en este momento estoy escuchando un disco de Frank Rosolino. Es fantástico. Desde que era muy joven siempre me ha gustado el jazz, siempre. Empecé con Duke Ellington y Count Basie. Por cierto que esto me recuerda que tengo unas fotos del hijo de Ellington, Merce, de hace años, que las voy a buscar y poner alguna en mi blog pues nunca las he mostrado, y aunque su calidad no es muy buena por falta de luz, como curiosidad y ver el parecido que tienen los dos, pues eso, que estará bien.

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